sábado, 30 de julio de 2011

Dialogos distantes

"A veces me dueles como el dolor que grita en la mano
que falta". Caín Brher

A veces, dueles como el llanto que quiere salir y no puede...
Me dueles, como se duelen dos miradas,
dos distancias, distintas pero cercanas
dos velos dislocados, desconformes.
Como muchas miradas deseadas que se arden
sin querer.

Y es que a veces me dueles tanto,
tanto, tanto,
que me siento como la luna cuando muere
cayendo al primer destello de su astro vagabundo,
sin par,
sin paz...
y sin espasmo. Tahdyja


"Hay una sombra con hijos pequeños, fantasmas que salen de la mente como flores que rompen la tierra para existir".Caín Brher




Me hablas de sombras, de fantasmas y flores que rompen la tierra para existir... Entonces solo basta el mismo propósito y existimos, mis viejos miedos en tu bolsillo y tu raíz implantada en mi jardín.
Entonces solo hace falta tu boca pegada a la mía y esa voz desnuda en espasmo, para eludir aqullas sombras ... que no son mas que mi cabello enredado a tu cuerpo, allí donde vamos pariéndonos, rompiendonos a partir y pesar de nosotros.
Tierra donde dos brazos que no flores, se nacen... el uno para el otro.
Tahdyja Brher

sábado, 16 de julio de 2011

Tu nombre.

Tu nombre en mi voz cae en mi existencia como relámpago y rompes la penumbra con pasos desnudos en mi memoria. Qué tanto dirás mientras cierras los ojos y recoges mi sombra en ellos?
En qué rama, de qué árbol en mi garganta me naces como nacen pájaros a las hojas y te vas volando dejándome los cantos de un nuevo día?

viernes, 15 de julio de 2011

La percha.

Voy llegando. Dejo mi saco en la percha. Mis pasos descalzos reciben el eco de unos tacones. Los pasos me dejan parado y se van bailando ese vals que entra por las ventanas. Hay un viento de medias negras y pantalones de lana, de violínes que hieren hasta las grietas donde nunca Dios ha puesto los ojos. Están sus cuadros y está mi reflejo en ellos enseñándome cómo he sido en todos estos días. Entonces ella sale de un espejo o sale de mis ojos enterrados en el espejo y, con la fina elegancia de una bailarina pone un pie en este mundo(...)
Abro los ojos enmedio del delirio. De la percha, entre la cama donde estoy y el espejo, yace colgada mi alma y una mujer de zapatillas y medias negras; ella bebe la última mirada perdida de mi rostro.